jueves, 20 de abril de 2006

Realidad Nacional

Desde el acceso de Rodriguez Zapatero a la presidencia, se han estado iniciando numerosas reformas estatutarias (la mayoria aun en proceso de discusion a nivel autonomico) que deberian, una vez consumadas, sentar la base para la reforma constitucional proyectada por el ejecutivo. La idoneidad de este esquema de reformas expuesto en Santillana puede ser discutible, pero lo que sin duda mas puede chocar es la necesidad que parece estar surgiendo de incorporar en los nuevos estatutos menciones (si bien solo simbolicas) sobre el caracter nacional de la comunidad autonoma. El que ello se plantee en Cataluna, si bien muy probablemente inoportuno e innecesariamente dogmatico, es comprensible por el alcance de la sensibilidad nacionalista y por la fuerte identidad existente, pero el que sea en Andalucia donde se vote en la ponencia de reforma la introduccion del termino "realidad nacional" dotando asi a este de una denominacion propia a una estructura confederal, es por lo menos chocante.

El articulado, ya votado con el apoyo del PSOE e IU, es decir la mayoria absoluta de la Asamblea, podra pues pasar al Congreso con una mencion a Andalucia como realidad nacional. La primera pregunta que viene a la mente es la de verificar si hay alguna base historica para afirmar que realmente Andalucia es una realidad nacional...y si la base del nacionalismo es la percepcion de una identidad historica, la respuesta seria no, pues si bien hay rasgos definitorios de lo andaluz, o si se prefiere de la "esencia" andaluza, no parece que ello jamas se expresase por el turbio canal del sentimiento nacional, ni que haya una continuidad de ese sentimiento entre los reinos andalusies y lo que hoy llamamos (y constituida como comunidad autonoma) Andalucia. Sin embargo, dejando de lado la perspectiva puramente academica del historiador y volviendo a la politica, es muy cierto que por muy fantastica e inverosimil que sea la mitologia nacionalista, si es aceptada por una gran mayoria, el democrata se ve en la obligacion de respetarla; por ello en el caso de que finalmente una mayoria de la poblacion vasca se decantase por la independencia en base a entelequias como "derechos historicos" y espectros historicos como "pasada independencia" del Pais Vasco, seria dificil no reconocer la legitimidad de tal sentimiento (por mucho que a muchos nos pesase). Pero que Andalucia coquetee con retoricas propias de ambitos como el vasco o el catalan resulta no solo aberrante sino que denota una cierta atraccion hacia el concepto de la nacion como opio intelectual ya a nivel generalizado.

Esta claro que Espana sufre por las odiosas connotaciones de la exaltacion nacional promovida por la dictadura franquista y que ya con anterioridad, la persistencia de pautas reaccionarias hacia tentador identificar nuestra pais como un ente intrinsecamente maligno. Sin embargo caer en la tentacion del discurso victimista de identidades nacionales aplastadas por Espania como explicacion de ese caracter nefasto que la impregnaria es utilizar el mismo veneno pero en otra capsula; que sentido tiene sentir el imperativo moral de dar rango nacional a cada una de las entidades y sensibilidades regionales que componen Espania? realmente ese es el balsamo que necesitamos para la cura de una mal que ni siquiera se termina de identificar claramente? Que es de lo que padecemos como espanioles que solo pueda solucionarse como andaluces, valencianos, gallegos, castellanos o aragoneses?

En el caso andaluz es dificil determinar si se trata de mero aportunismo o simplemente miedo a quedar rezagados ante el estatuto catalan, pero el caso es que muestra una enorme frivolidad asi como una incomprensible atraccion hacia la retorica nacionalista como si en si esta poseyese un caracter salvifico . Pero ante todo, visto el escaso interes del electorado andaluz por tales entelequias, muestra en caso del PSOE andaluz una desconexion grave entre estos y sus representantes; es dificil determinar que es peor, que los representantes opten por tales expresiones o el desinteres de sus electores a que ello suceda, pues bien pueden los andaluces mostrar un desinteres absoluto, pero es sorprendente que no levante cierta indignacion si no se comparte tal sentimiento. Si nos acostumbramos a encontrar normal las divagaciones intelectuales del pseudo-nacionalismo, bien podemos acabar compartiendio el sentido esoterico que unos pocos quieren atribuir a nuestras regiones, de manera que pronto cualquier ataque a nuestros intereses (sea cual sea nuestra region) sera no un mero choque, sino una confrontacion de simbolos en la que no sean competencias, sino realidades nacionales las que se pongan en juego....y con eso ensenia la Historia que no se juega.

Para terminar, no convendria preguntarse que significado tiene realidad nacional?

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