miércoles, 20 de mayo de 2015

MADRID MAYO 2015: EN BUSCA DEL CENTRO PERDIDO

Las elecciones se acercan: ¡arrepentíos!
Arrepiéntanse o preparen su voto, porque sea como sea, estas elecciones van a ser el paraíso del culebrón en clave política, a la vista de lo que está ocurriendo en Andalucía con la pertinaz no-investidura de Susana Díaz y la sombra de nuevas elecciones. Será además el infierno, seguro, de muchos ciudadanos ilusionados con un cambio, pues si se logra, tendrá altas dosis de precariedad y no dejará a todos los que quieren cambio satisfechos por igual (véase, PSOE, Ciudadanos (¿Alguien sabe dónde está UPyD?), Podemos e IU), especialmente si ese cambio se reduce a que el PP pase de gobernar con mayoría absoluta a gobernar en minoría; pongamos que hablo de Madrid.

A vueltas con los sondeos
Como se recordará por mi anterior post, tengo cierta fijación con Madrid (tengo pendiente escribir algo sobre Andalucía, cierto), posiblemente relacionada con mi nacimiento y residencia en tal comunidad autónoma. Echen un vistazo a la noticia (he aquí el gráfico); verán que hay movimientos: una recuperación del voto del PSOE (+6) una considerable subida de Ciudadanos (+8), una caída de Podemos (-6) y una ligera caída del PP (-2); IU se quedaría tal y como está, con 7 escaños y UpyD desaparecería fagocitada por la doble ofensiva de Ciudadanos y del Estatuto de Autonomía (ver artículo 10.6 y explicación de un servidor), probablemente más lo primero que lo segundo.

Según Metroscopia para El País, la suma de PSOE, Podemos e IU seguiría quedándose a las puertas de la mayoría absoluta, con 64 escaños; según Deimos para El Diario, el panorama sería de solo 51-53 escaños para la suma de PSOE y Podemos (aquí IU quedaría guillotinada con un 4,34%, al no llegar al fatídico 5% que abre las puertas del cielo);  GAD3 para el ABC, sería algo más generoso, con 55-57 para el tripartito cojo (de nuevo IU se queda sin entradas).

Está claro que como decía hace más de un mes, a la izquierda le interesa mucho tener a IU dentro del parlamento, mientras que la caída en el averno de UpyD, sólidamente fagocitada por Ciudadanos, no sesga la representación del tripartito imaginario que planteo.

De la suma de PP y Ciudadanos
El caso es que cojamos la encuesta que más nos guste, en todas ellas se cumple una condición: la suma de PP y Ciudadanos ofrece la opción más sólida para gobernar. Cierto que hay quien sueña con coaliciones más exóticas (véase PSOE, Ciudadanos y...¡Podemos!), pero por lo pronto, centrémonos en versiones más prosaicas. Lo interesante es que, si nos guiamos por Metroscopia, PP y Ciudadanos sumarían una mayoría precaria de solo 65 escaños; otras encuestas son mucho más generosas, como Deimos o GAD3, donde sumarían holgadas mayorías de 76-78 o 68-72, no solo por la condena de IU, cuyos despojos se repartirían todos los agraciados por San D´Hont, sino porque PP y Ciudadanos logran mejores datos al encontrar las encuestas apoyos sociológicos más sólidos.

La pregunta que va a guiar esta entrada hoy es: ¿cómo se explica que tras una crisis económica tan devastadora no se haya dado un significativo giro hacia las fuerzas de izquierda, no solo por desgaste del PP, sino dados los claros defectos del capitalismo actual? Sé que hablar de izquierda y de derecha es ya una cosa retrógrada, pero oigan, que aquí algunos tardamos en enterarnos... Y en cuanto a la insidiosa insinuación de que Ciudadanos es de derechas, pues creo su programa económico (más detalles aquí), sin nombrar algún pronunciamiento poco honroso sobre la universalidad de la sanidad, lo justifican.

Cuidado, no quiero que se me acuse de demagogia. Cuando digo de derechas, me refiero ante todo a un posicionamiento liberal en el plano económico. ¿Que su posicionamiento parece más centrista que el del PP, tal y como se puede ver en su rechazo a la privatización de la sanidad y a ciertas medidas como el complemento salarial? Pues centro-derecha, entonces... ¡No, mejor aún! ¡Que se pronuncien los (potenciales) votantes mismos! y es que parece que según la excelente explicación del Blog Politikon, Ciudadanos tiene su mayor base de apoyo en el llamado Centro ¡Perfecto! No me importa retractarme solo un párrafo más abajo (al final contraataco), pues precisamente quiero hacer una reflexión sobre la evolución del Centro en las últimas elecciones autonómicas de Madrid. Adelante:

¿Podemos rastrear al Centro en Madrid?
Propongo que nos desplacemos a unas elecciones emblemáticas en Madrid, polémicas donde las haya, pues no solo frustraron la posibilidad de relevar al PP de la Comunidad de Madrid tras ocho años, sino que inauguraron otros doce años más; esa fue la cosecha del infame Tamayazo, sobre el que pesan razonables dudas de que fuese únicamente un "auto-golpe" del PSOE...

En las elecciones de Mayo del 2003, el PP perdió la mayoría absoluta por un solo escaño. Así, el PP se enfrentaba con sus 55 escaños a una coalición in pectore del PSOE e IU de 56 escaños. Dejando de lado la espantada de dos diputados del PSOE, podemos decir que había una exigua mayoría de izquierdas en la Asamblea de Madrid, una mayoría que cedió al PP, igualmente exigua (aunque no tanto), pero mayoría a fin de cuentas, al repetirse las elecciones en Octubre de aquel mismo año.

Voy a partir del supuesto que en aquella ocasión el PSOE había logrado atraer para sí a la mayoría sociológica potencial, y comparar los resultados de aquella ocasión con las elecciones siguientes, sobre todo, Mayo del 2007 y Mayo del 2011. Si asumimos que el PSOE en Mayo del 2003 se había hecho con el Centro, o la parte máxima del centro que podía virar a la izquierda, me preguntaré qué pasó con tal Centro.

Tras el frustrado intento, el PP consolida su mayoría en 2007
Dejando de lado por el momento de lado las elecciones anticipadas de Octubre del 2003 como un hecho excepcional, y que a fin de cuentas no dieron una dentellada muy significativa (si bien determinante, claro está) a los partidos de izquierdas: PP 57 frente a PSOE+IU 54, pasemos a ver las elecciones del Mayo del 2007:

Aparte del mal resultado para el PSOE e IU, que con 53 escaños (42 + 11), apenas podían hacer sombra al PP con sus holgados 67, hay un dato particularmente inquietante: la participación era del 67,31%, muy cercana a los 69,27% de Mayo del 2003. ¿Por qué destaco este dato? Porque tradicionalmente, los votantes de izquierda son más sensibles a la desmovilización, con lo que bajos datos de participación suelen estar relacionados con victorias conservadoras; de hecho, en las elecciones de Ocubre del 2003, la participación cayó al 62,52%.

Esta vez sin embargo, con una participación más cercana a la que le dio la victoria a Rafael Simancas en el 2003, el PP lograba aumentar la distancia. Esto debería apuntar a que más allá de la huida de votantes socialistas hacia la abstención (su ala izquierda apenas migraba a las filas de IU), el centro basculante (¡el que con tanto afán buscamos!), encontraba el mensaje de Esperanza Aguirre convincente (la explicación de ello, empero, la dejamos a manos de Iker Jiménez...).

Mayo del 2011: holocausto socialista
Lo que le esperaba al PSOE, dirigido por el compendio de anticarisma de Tomás Gómez en Mayo del 2011, parecía salido de las peores pesadillas. Este lograba hundirse aún más, pasando del 33,57% de los votos, al 26,27%; pasando de 42 a 36 escaños, la caída habría sido mayor de no haber aumentado el número de escaños de la Asamblea, pasando de 120 a 129. Es por ello por lo que vale la pena destacar en primer lugar la caída en votos: ¡una caída de 7,3%! Se dice pronto; parece que en medio de la ebullición del 15-M, el efecto Zapatero resultaba devastador.


Analicemos un poco hacia dónde se fueron los votos: para empezar, vemos cómo IU sube en votos, pasando de 8.86% a 9.61%; es ahí a donde podrían haber ido a parar 0,75% de los votos socialistas de Mayo del 2007; quedan 6,55% por explicar;

A veces hablamos exclusivamente de partidos políticos, pero no hay que olvidar que el voto nulo y el voto en blanco también computan. De hecho, estos aumentaron significativamente, algo comprensible en el ambiente político del movimiento de protesta del 15-M. Si en Mayo del 2007 ambos sumaron 2,17%, en Mayo del 2011 sumaban 4,03%. ¿Vino ese aumento del voto en blanco y nulo de un PSOE que había decepcionado con sus medidas de rigor y austeridad? Es muy probable y vamos asumir que sí; ello nos dejaría con 4,69% de los votos del PSOE de Mayo del 2007 por explicar.

Aquí ha de entrar la ecuación de un nuevo partido político, UPyD, regido por mano de hierro por Rosa Díez, al cual se le atribuye haber captado una sustancial cantidad de votos del PSOE. UPyD entró en Mayo del 2011 en la Asamblea de Madrid con un muy respetable cómputo de 8 escaños, habiendo recibido un total de 6,32% votos. Esto ya es más que los votos perdidos del PSOE que nos quedan por explicar. El caso es que hay que contar que la participación bajó en tales comicios al 65,86%, comparado con el 67,31%, es decir, una caída del 1,45%. ¿Se fue la mayor parte de esta abstención del PSOE? Probablemente sí, aunque de nuevo, es difícil afrimarlo rotundamente. En todo caso, lo que queda más o menos claro, es que dependiendo de a quién más perjudicase esa abstención, si al PP, o al PSOE, podremos atribuir una mayor o menor proporción de antiguos votantes del PP o el PSOE entre las filas del partido magenta.

Vísperas del 24 de Mayo del 2015: ¿dónde resurgirá el Centro?
La incógnita la veremos resuelta en muy pocos días. Sin embargo, cabe pensar en lo siguiente, retomando el hilo de cómo lo dejamos al final de la sección anterior: independientemente de que votasen en Mayo del 2011 más o menos votantes del PP y del PSOE a UPyD, la cuestión más importante aquí es que lo más probable es que los ex-votantes del PP que se pasaron al nuevo partido tuviesen un perfil relativamente centrista, y que por tanto, por lo menos muchos de ellos, hubiesen votado al PSOE antes de Mayo del 2007. Es asumible que en un momento de reflujo de la derecha y de flujo a favor de las izquierdas, como podría ocurrir ahora, hubiese una cantera de votos frescos para el PSOE.

Pero ello era sin contar con Ciudadanos..Todas las encuestas dan un resultado raquítico para UPyD en las elecciones del próximo domingo. Sinceramente, es razonable pensar que casi todos esos votos se están yendo a Ciudadanos, cuyo perfil es el más cercano a UPyD; no los veo yo votanto a las hordas bolivarianas de Podemos, vamos...

Lo que plantea el panorama, es que si Ciudadanos absorbe a prácticamente todos los votantes de UPyD y suma a votantes del PP, entre los cuales quizá se encuentren muchos que no se dejaron tentar por UPyD en Mayo del 2011, pero habían votado también al PSOE en Mayo del 2003, podría darse que el voto centrista basculante fuese captado no por uno de los grandes, sino por otro partido que ocupe el centro. Y ahí es muy importante saber hacia dónde va a girar ese nuevo partido, porque si es hacia el centro-derecha, un hipotético frente de izquierdas puede quedar totalmente cojo (un apunte sobre esto en la próxima sección, recogiendo el debate centro/centro-derecha/derecha(/¡falangistas!)... que se da estos días)

Si se cumplen los pronósticos de Metroscopia, ello no ha de ser así, pues aun con la presencia de Ciudadanos, un hipotético tripartito PSOE+Podemos+IU estaría al borde de la mayoría absoluta. Sin embargo, las otras encuestas son mucho menos generosas, con una amplia mayoría PP+Ciudadanos, que no se explica únicamente porque en sus predicciones IU no logre entrar en la Asamblea.

Conclusiones y una reflexión sobre Ciudadanos
El PSOE tiene una importante baza con un candidato como Gabilondo, muy respetado y con un perfil nada vitriólico, que puede atraer a votantes centristas que en otras circunstancias quizá optasen por Ciudadanos. Al mismo tiempo, parece ser capaz de revertir la sangría de votos por el ala izquierda hacia Podemos (cosa que el bueno de Carmona no logra), algo en que la moderación de esta última fuerza tenga mucho que ver, pues ante el efecto "para lo mismo, prefiero el original que la copia", sería el PSOE quien tuviese las de ganar.

Es mi intuición que el votante centrista basculante, dado su carácter poco ideológico, es también susceptible de hacer pesar mucho el carisma y el perfil de los candidatos. Es curioso observar que en las Elecciones Autonómicas de Julio de 1987, la suma PSOE+PCE perdía ante AP+CDS (fue el transfuguismo el que salvó a Joaquín Leguina de conservar la presidencia), mientras que en las de Junio de 1991, PSOE+IU sumaban 49,29% frente al 46,62% de PP+CDS. ¿Había girado de nuevo la Comunidad de Madrid hacia la izquierda? Resulta más tentador pensar que más de un centrista de la ya por entonces exangüe CDS, se hubiese dejado tentar por un partido, IU, cuyo líder nacional, Julio Anguita, si bien muy dogmático comunista en muchos de sus posicionamientos, tenía un carisma personal innegable y una presencia que hace que cada dos por tres oiga a alguien no muy rojo que digamos, elogiándole.

El caso, dicho esto, y volviendo a Ciudadanos (¡y ahora contraataco tras retractarme al principio!), su perfil no parece responder a un partido de centro-izquierda, sino más bien a uno de centro-derecha. Hay una movilización en las redes sociales bastante fuerte para mostrar a Ciudadanos como marca blanca del PP o incluso cripto-fascista, o por lo menos, lo suficientemente oportunista como para atraer a ex-miembros del PP, del PSOE e incluso elementos de la extrema derecha española (ver aquí y aquí). Sin caer en la hipérbole, diré que el perfil de sus miembros más destacados (véase, Albert Rivera o el cabeza de lista por la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado) es más bien de centro-derecha, ya sea por la facilidad con la que asocian a Podemos con Venezuela (todo un clásico, a falta de ETA; si bien para El Mundo, ETA es como la materia, que ni se crea ni se destruye, sino que se trasforma...¡en Podemos!) o por las líneas maestras de su reforma fiscal del IRPF, cuyas coincidencias con la de FAES pronto se han desempolvado, y ello sin hablar del IVA, que aumentaría para el agua y el transporte, hasta el momento en el tipo reducido.

¿Y qué intento decir con esta última puntualización? Pues que si el Centro, en vez de girar hacia el centro-izquierda que pueda representar el PSOE, se queda en un partido de centro-derecha, será difícil un cambio de rumbo en muchas autonomías. Ciudadanos perdería mucho pactando activamente con el PP. Pero aun absteniéndose ante un frente de izquierdas (¡y esto ya solito tiene su enjundia!), la legislación habrá de pasar necesariamente por el guapo de Rivera y sus secuaces autonómicos...

En todo caso, ¡la respuesta en unos días (o semanas)!

Eric Pardo

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