Los negativos resultados electorales del Partido Popular en las elecciones autonómicas de los últimos años, y que se han concretado hasta el momento con la pérdida, primero de un feudo de primera categoría como es Galicia y ahora de Baleares con la composición del nuevo parlamento autonómico surgido de las elecciones del mes de mayo (casos ambos frustrantes por haberse quedado el partido conservador rozando la mayoría absoluta) motivan la nueva propuesta de Mariano Rajoy de un cambio en la ley electoral; el objetivo obviamente es que lo que aparece como una anomalía, es decir que el primer partido en resultados quede excluido del gobierno en favor de coaliciones de "perdedores", deje de suceder.